Ex trabajadores de Hancock Prospecting, la mayor empresa privada de Australia dirigida por la multimillonaria Gina Rinehart, han denunciado una cultura corporativa inusual y centrada en la figura de la propietaria. Según estos testimonios, la empresa promueve actos anuales en los que se solicita a los empleados que agradezcan a Rinehart tanto por sus puestos de trabajo como por la oportunidad de enriquecerse. Hancock Prospecting es conocida por su peso en el sector minero australiano y por el estilo de liderazgo fuerte de Rinehart. Las revelaciones ponen de manifiesto una dinámica interna donde la lealtad y la expresión pública de gratitud hacia la dueña son valores destacados. Estas prácticas, calificadas por algunos como 'extrañas', han abierto un debate sobre la cultura empresarial, el liderazgo y las relaciones laborales en grandes empresas privadas australianas. Aunque la compañía no ha respondido oficialmente a estas afirmaciones, el caso plantea cuestiones más amplias sobre las expectativas hacia los empleados en empresas familiares y privadas de alto perfil.