Nuevos hallazgos científicos indican que la inteligencia en la Tierra evolucionó de manera independiente al menos dos veces, concretamente en aves y mamíferos. Esta conclusión se basa en estudios de circuitos neuronales complejos en ambos grupos, que muestran que las estructuras que sustentan habilidades cognitivas avanzadas —como la resolución de problemas, la planificación y el comportamiento social— surgieron por separado tras la divergencia evolutiva de sus linajes. Aunque tanto las aves (como cuervos y loros) como los mamíferos (incluidos primates y delfines) exhiben altos niveles de inteligencia, sus cerebros están organizados de manera diferente. Por ejemplo, los mamíferos poseen una neocorteza, una región cerebral asociada al pensamiento avanzado, mientras que las aves tienen una estructura llamada pallium que cumple funciones similares pero evolucionó de forma independiente. Estos descubrimientos desafían la visión tradicional de que la inteligencia es un rasgo raro o único entre los vertebrados y sugieren que las presiones evolutivas que favorecen la inteligencia pueden ser más comunes de lo que se pensaba. La investigación también tiene implicaciones para comprender la evolución del cerebro humano, ya que destaca la posibilidad de que las capacidades cognitivas complejas puedan surgir a través de diferentes vías biológicas. En el contexto del creciente interés por la inteligencia artificial, estos descubrimientos pueden influir en la forma en que los científicos piensan sobre los orígenes y mecanismos de la inteligencia, tanto natural como artificial.