El 8 de mayo, el Papa León XIV pronunció su primer discurso como pontífice desde el balcón de la Basílica de San Pedro, centrando su mensaje en la paz. Hizo un llamado a 'una paz que sea desarmada y desarmante', mostrando su compromiso con la no violencia y la reconciliación. Tres días después, durante su primera bendición dominical, reiteró este mensaje, instando a la comunidad internacional a buscar soluciones pacíficas a los conflictos. Las declaraciones del Papa León XIV llegan en un momento de crecientes tensiones globales, con guerras y divisiones religiosas que afectan a muchas regiones. Su enfoque parece continuar el legado del Papa Francisco, quien fue conocido por priorizar el diálogo interreligioso y el acercamiento a otras comunidades religiosas. Los expertos señalan que la experiencia del Papa León XIV, probablemente en diplomacia y asuntos interreligiosos, lo posiciona para continuar y posiblemente ampliar estos esfuerzos. Se espera que el nuevo pontífice desempeñe un papel importante en fomentar el diálogo entre la Iglesia Católica y otras religiones, con el objetivo de reducir las tensiones religiosas y promover la paz mundial.