A medida que la humanidad se prepara para regresar a la Luna después de más de cincuenta años y planea explorar Marte, ingenieros y científicos enfrentan el reto de crear equipos que resistan ambientes extraterrestres hostiles. Un aspecto crucial es el diseño de neumáticos para vehículos lunares y marcianos. Los neumáticos de caucho convencionales no son adecuados para el espacio debido a las temperaturas extremas, rocas afiladas y la ausencia de atmósfera. Un pinchazo en la Luna o Marte podría ser desastroso, ya que no es posible regresar a la Tierra para reparaciones. Para solucionar esto, las principales empresas de neumáticos están probando nuevos materiales y estructuras, como aleaciones metálicas y diseños de malla, capaces de soportar el vacío, las fluctuaciones de temperatura y las superficies abrasivas de estos cuerpos celestes. Estos desarrollos se realizan en colaboración con agencias espaciales como la NASA, que requieren soluciones de movilidad robustas para futuras misiones. El desarrollo de neumáticos a prueba de pinchazos es esencial para el éxito de la exploración espacial, permitiendo que los rovers y vehículos tripulados se desplacen de manera segura y eficiente por terrenos alienígenas.