La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) ha puesto fin a sus acciones legales para impedir que Microsoft adquiera Activision Blizzard, una de las principales editoras de videojuegos responsable de franquicias como Call of Duty. La fusión, valorada en 69.000 millones de dólares, representa una de las operaciones más grandes en la industria del videojuego. La FTC había intentado bloquear el acuerdo debido a preocupaciones sobre el posible impacto en la competencia y la elección de los consumidores en el mercado de videojuegos. Sin embargo, tras la negativa de un tribunal federal a conceder una orden judicial preliminar y el fracaso de las apelaciones posteriores, la FTC ha decidido desestimar el litigio administrativo. En su comunicado, la FTC afirmó que «el interés público se sirve mejor desestimando el litigio administrativo en este caso». Con esta decisión, se espera que Microsoft continúe con la integración de Activision Blizzard, lo que podría transformar el panorama de la industria de los videojuegos. El acuerdo también ha sido revisado y aprobado por organismos reguladores de otras regiones, como la Unión Europea y el Reino Unido, después de que Microsoft asumiera compromisos para abordar las preocupaciones antimonopolio.