Un equipo de científicos ha desarrollado lentes de contacto que permiten a los usuarios percibir la luz infrarroja, que normalmente es invisible para el ojo humano. A diferencia de las gafas de visión nocturna tradicionales, estas lentes de contacto están diseñadas para aplicarse directamente en el ojo, lo que podría ofrecer una forma más cómoda y discreta de ampliar las capacidades visuales. Actualmente, la tecnología se encuentra en fase experimental y aún no está disponible para su uso comercial. Según el equipo de investigación, las lentes podrían tener aplicaciones importantes en diversos campos, como la seguridad —para detectar firmas térmicas u objetos ocultos—, la medicina —ayudando en diagnósticos o procedimientos quirúrgicos— y la industria —para monitoreo de equipos o control de calidad—. Los investigadores destacan que se requieren más pruebas y desarrollo para garantizar la seguridad y eficacia de las lentes antes de su disponibilidad generalizada. Este avance también podría abrir la puerta a otros dispositivos portátiles que mejoren o modifiquen la visión humana, incluyendo posibles beneficios para personas con daltonismo.