El Reino Unido ha acordado formalmente transferir la soberanía de las Islas Chagos a la República de Mauricio. Esta decisión se produce tras un fallo de un alto tribunal que permitió al primer ministro Keir Starmer firmar el acuerdo. Las Islas Chagos, situadas en el océano Índico, han estado bajo administración británica desde la década de 1960, cuando el Reino Unido las separó de Mauricio antes de la independencia de este último. La soberanía de las islas ha sido objeto de disputa internacional durante décadas, con Mauricio alegando que la separación fue ilegal y solicitando su devolución. Tanto la Asamblea General de las Naciones Unidas como la Corte Internacional de Justicia han emitido opiniones apoyando la reclamación de Mauricio. El acuerdo entre el Reino Unido y Mauricio pone fin al control británico sobre el territorio y se espera que tenga implicaciones en la geopolítica regional y en los derechos de los chagosianos desplazados, muchos de los cuales han buscado el derecho a regresar a su tierra natal. La transferencia se considera un avance importante en la resolución de disputas territoriales de la era colonial.