Un grupo de físicos ha logrado un avance importante al convertir haces de luz en un supersólido, una fase de la materia que presenta tanto una estructura ordenada como la capacidad de fluir sin resistencia, característica de los superfluidos. El experimento se llevó a cabo utilizando un montaje experimental especializado, que permitió manipular la luz para que mostrara simultáneamente propiedades sólidas y de superfluido. Los supersólidos han sido objeto de interés teórico durante décadas, pero su realización con luz representa una nueva dirección en la física de la materia condensada. Los resultados podrían tener implicaciones significativas para el estudio de materiales cuánticos y el desarrollo de futuras tecnologías fotónicas que aprovechen las propiedades únicas de la luz en estados novedosos de la materia. Esta investigación contribuye a una mejor comprensión de la interacción entre la luz y la materia, y podría influir en futuros avances en computación cuántica y dispositivos ópticos avanzados.