El lunes, el Reino Unido y varios países europeos anunciaron la imposición de nuevas sanciones contra Rusia. Estas medidas están dirigidas a organizaciones y entidades que, según los gobiernos occidentales, apoyan las operaciones militares rusas. Las sanciones se anunciaron tras una llamada telefónica entre el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin, que según informes no resultó en concesiones significativas por parte de Rusia. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha instado a los aliados occidentales a mantener y reforzar la presión sobre Rusia en respuesta al conflicto en curso en Ucrania. Las nuevas sanciones forman parte de una estrategia más amplia de los gobiernos occidentales para limitar la capacidad de Rusia de sostener sus actividades militares. Los detalles sobre las entidades afectadas y las medidas específicas impuestas no se revelaron completamente en el momento del anuncio. Esta acción refleja los continuos esfuerzos internacionales para influir en las acciones de Rusia mediante medios económicos y políticos.