En toda Australia, casi 200 locales con simuladores de golf en interiores han surgido como una alternativa moderna a los clubes de golf tradicionales. Estos simuladores emplean tecnología sofisticada para rastrear la biomecánica del swing, la velocidad y la rotación de la bola, brindando a los jugadores retroalimentación detallada y una experiencia realista de golf bajo techo. A diferencia de los clubes convencionales, estos lugares suelen ofrecer un ambiente más relajado y social, con música, comida y bebidas, lo que los hace atractivos para un público más amplio, incluidas mujeres y jóvenes que antes podían sentirse excluidos de un deporte tradicionalmente dominado por hombres. El auge de estos lugares está cambiando la percepción del golf, haciéndolo más accesible, menos intimidante y más atractivo para los principiantes. Esta tendencia está contribuyendo a una nueva ola de golfistas y podría tener un impacto duradero en el crecimiento y la diversidad del deporte en Australia.