El 28 de marzo de 2025, un fuerte terremoto de magnitud 7,7 se produjo en Myanmar, con epicentro cerca de la ciudad de Mandalay. El sismo causó importantes daños a infraestructuras y edificios en la región afectada. Según los informes, más de 4.900 personas perdieron la vida como consecuencia del desastre. Las sacudidas se sintieron en países vecinos, incluyendo Tailandia, donde residentes de Bangkok reportaron haber sentido el temblor. Este terremoto es considerado uno de los más mortales en la historia reciente de Myanmar. Por primera vez, científicos lograron captar el evento sísmico en video, proporcionando datos visuales valiosos para el estudio científico. Myanmar se encuentra en una zona sísmicamente activa y ha experimentado terremotos destructivos en el pasado, pero este evento destaca por su magnitud, impacto y la disponibilidad de imágenes científicas. Equipos de emergencia fueron desplegados para las operaciones de rescate y recuperación, mientras organizaciones internacionales monitorearon la situación y ofrecieron asistencia.