En diferentes regiones del mundo, los científicos sociales han observado un patrón recurrente en el que ciertos hombres asocian su posición social con las mujeres con las que se les ve. Este fenómeno es especialmente notable entre grupos que históricamente no han ocupado posiciones dominantes de poder. Según investigaciones en sociología y antropología, estos individuos pueden intentar elevar su estatus percibido dentro de sus comunidades estableciendo relaciones con mujeres consideradas símbolos de prestigio o éxito. Estas dinámicas han sido analizadas por su impacto en los roles de género y la consolidación de jerarquías sociales. Los estudios indican que estas prácticas pueden perpetuar expectativas de género tradicionales e influir en la forma en que se negocian el estatus y el poder en diferentes contextos culturales.