Anthony McGinn, un hombre de 61 años, fue condenado a siete años de prisión tras declararse culpable de conducción peligrosa con resultado de muerte. El incidente ocurrió en el condado de Monaghan, Irlanda, cuando McGinn conducía a una velocidad superior al doble del límite legal. Perdió el control del vehículo y chocó contra un árbol. El accidente provocó la muerte de dos adolescentes, Kiea McCann, de 17 años, y Dlava Mohamed, de 16 años, quienes se dirigían a su fiesta escolar en ese momento. El caso fue juzgado en los tribunales, donde McGinn admitió su responsabilidad. La sentencia refleja la gravedad del delito y el impacto en las familias de las víctimas y la comunidad local. La conducción peligrosa con resultado de muerte es un delito grave en Irlanda, y el caso ha llamado la atención sobre la seguridad vial y las consecuencias de exceder los límites de velocidad.